Almacenamiento logístico: ¿qué es y cómo funciona?

Cada vez es más importante que la cadena de suministro funcione sin problemas. Las estanterías vacías de los supermercados, los retrasos en las entregas y el aumento de los costes de los fletes han demostrado lo esenciales que son las cadenas de suministro para; el comercio electrónico, la fabricación, la industria farmacéutica y muchos otros sectores. 
 

A medida que más empresas se han dado cuenta de la importancia de la logística tanto de entrada como de salida, el almacenamiento se ha convertido en un espacio cada vez más competitivo.Es por esto que se han ido creando una gran variedad de tipos de almacén, incluidas las instalaciones de almacenamiento a la carta. 
 

¿Qué es el almacenamiento?

Para cualquier organización que se ocupe de la cadena de suministro o actividades logísticas, es vital que se entienda perfectamente el significado de almacenamiento. El almacenamiento es la acumulación de mercancías físicas antes de su fulfillment. 
 

La superficie necesaria para el almacenamiento dependerá del tamaño del negocio minorista en cuestión y del tipo de productos que se vendan. Para las empresas más pequeñas, un almacén puede ser lo suficientemente grande para satisfacer todas sus necesidades de almacenaje. 
 

Es probable que las empresas más grandes necesitan un almacén a medida. A la hora de buscar la solución de almacenamiento adecuada a sus necesidades, las empresas podrían explorar podrían explorar las siguientes posibilidades:

• Optar por construir o comprar un nuevo almacén
• Alquilar espacio de almacenamiento 
  
• Contratar el arrendamiento de una instalación existente 
   
• Buscar el apoyo de un proveedor externo para la gestión del inventario de almacén 
  

Para las empresas de ecommerce, el almacenamiento suele cubrir una parte específica de la cadena de suministro. Los almacenes se utilizan para guardar los productos hasta que un cliente los compra. En ese momento, los productos se envían desde el almacén al cliente. Por otra parte, los minoristas pueden utilizar un almacén para guardar los productos sobrantes hasta que tengan espacio para ellos en la tienda. 
 

¿Por qué es importante el almacenamiento?

Los almacenes proporcionan un espacio seguro para guardar las mercancías antes de su compra. Esto permite a los minoristas mantener cierto control sobre el nivel y la calidad de su inventario. Para los negocios que venden productos perecederos, como los que requieren refrigeración, esto es esencial. 

Un almacén específico también puede proporcionar beneficios en cuanto a personal y productividad. Al proporcionar una ubicación central para el almacenamiento de productos, los minoristas pueden seguir y gestionar más fácilmente los pedidos, así como sus necesidades de personal. Las ventajas de eficiencia del almacenamiento también pueden mejorar la productividad del personal de logística, impulsando los beneficios. 
 

Al mismo tiempo, la eficiencia de almacenar sus mercancías en un almacén puede ayudar a reducir los plazos de entrega y disminuir los costes de envío. El almacenamiento proporciona un punto central en torno al cual las empresas pueden optimizar su proceso de cumplimiento. 
 

Una forma de mejorar sus procesos de almacenaje es mediante el uso de herramientas digitales. La tecnología de almacenamiento, como los sistemas de gestión y el software de cumplimiento, puede supervisar los niveles de inventario, automatizar el procesamiento de pedidos y realizar un seguimiento de los datos relevantes. Lo cual garantiza cadenas de suministro racionalizadas y permite a las empresas acceder a información en tiempo real sobre sus actividades logísticas.

Con el aumento de la demanda del e-commerce, se calcula que en los próximos cinco años se necesitarán casi 27.8709 Kilómetros cuadrados de espacio adicional para almacenes en toda Europa. Esto hará que los minoristas sean más conscientes del importante papel que desempeñan estas instalaciones dentro de sus cadenas de suministro globales. Al afectar los plazos de entrega, niveles de satisfacción de los clientes y la reputación de la marca, las organizaciones empiezan a tratar los almacenes como más que un lugar donde guardar los productos.

Almacenamiento y depósito

Aunque a veces almacenamiento y depósito se utilizan indistintamente, ambos términos son diferentes. Si bien es cierto que los almacenes se utilizan para guardar productos, el almacenamiento también puede llevarse a cabo en otros lugares. Las empresas de e-commerce pueden disponer de espacio para el almacenamiento interno, mientras que los consumidores almacenarán las mercancías una vez compradas en un lugar de su elección. 

Los almacenes son un tipo específico de instalación, donde el almacenamiento se lleva a cabo junto con otras funciones. Para destacar por qué el espacio de almacenamiento es tan importante para las empresas de comercio electrónico, es importante reconocer la escala de las mercancías dentro de la cadena de suministro. Por ejemplo, sólo Amazon es responsable de 4.200 millones de envíos anuales. Entre la compra y la entrega, estas mercancías necesitan almacenarse en algún lugar.  

Sin embargo, una diferencia clave entre depósito y almacenamiento es el hecho de que el primero abarca otras funciones. Además del almacenamiento, el depósito desempeña un papel en la planificación de la capacidad, las estanterías, el control del inventario, el cumplimiento y mucho más. 
 

¿Cuáles son las funciones del almacenamiento?

Como se ha mencionado, la acumulación es una función primordial del almacenaje, pero otras también desempeñan un papel vital dentro de la cadena de suministro. Por ejemplo, los almacenes pueden contribuir a la estabilidad de los precios, ya que los minoristas pueden comprar productos básicos durante periodos de precios bajos. Utilizar los almacenes para acumular existencias puede ser una protección eficaz contra la inflación.
 

Además de protección contra la inflación, los almacenes también ofrecen protección física. Los almacenes permiten guardar los productos de forma segura, protegiéndolos contra los riesgos de robo o degradación. Además de los protocolos de seguridad aplicados en el almacén, también pueden emplearse sensores para vigilar determinados entornos con mercancías, lo cual proporciona una mayor tranquilidad. 
 

El almacenamiento también tiene ventajas financieras. Los propietarios de los productos pueden aprovechar el valor de sus mercancías o los ingresos del almacén para obtener financiación adicional de las instituciones financieras. Si las empresas necesitan financiación adicional, algunos bancos ofrecerán préstamos con la instalación de un almacén o sus existencias como garantía. Los ingresos del almacén también pueden generarse alquilando el inmueble para otras funciones. Intenta pensar en el almacén como un activo, no como un centro de costes. 
  

También merece la pena tener en cuenta el aumento de ingresos que puede derivarse de unas instalaciones de almacén que funcionen bien. En términos de reorganización, embalaje y clasificación del inventario, las múltiples funciones de los almacenes pueden elevar el proceso logístico a nuevas cotas.

¿Cuáles son las ventajas del almacenamiento?

Las ventajas del almacenamiento para el proceso logístico de una empresa son muchas. Una de las principales ventajas es la mejora de la precisión del inventario. Al centralizar las mercancías de una empresa en un único lugar, resulta más fácil evaluar los niveles de existencias y planificar para el futuro. 
 

En términos de dotación de personal, las organizaciones también obtienen una imagen más clara de cuántos empleados necesitan para gestionar sus existencias. Tanto si están experimentando un pico de ventas o un periodo lento, un almacén facilita la tarea de ver cuántos productos hay almacenados. Además facilita observar cuántos empleados se necesitan para la zona de actividad logística.

La visibilidad añadida que proporcionan los almacenes también permite a las empresas invertir adecuadamente para reducir sus gastos generales. Las ineficiencias dentro de la cadena de suministro pueden dar lugar a costes innecesariamente elevados. Con un almacén, resulta más fácil identificar los cuellos de botella y los costes en espiral antes de eliminarlos. Estos podrían implicar bajos niveles de productividad, aumentos en los costes de los productos, salarios de los empleados u otros retos.

Para las organizaciones que gestionan mercancías perecederas, como alimentos congelados o productos farmacéuticos, es esencial que los productos se conserven en un entorno controlado. Además, la seguridad puede priorizarse más fácilmente utilizando una mezcla de tecnología como cámaras de CCTV, sistemas de alarma, y guardias, para proteger sus mercancías. 
 

Y por último, los almacenes proporcionan una ubicación central en torno a la cual las empresas pueden optimizar el tránsito de sus mercancías. Seleccionar la ubicación adecuada para tu almacén, puede reducir el tiempo que se tarda en enviar los productos desde los fabricantes o a los clientes. Esto mejora tu flujo de mercancías, mejora el procesamiento del inventario y proporciona una cadena de suministro que funciona para ti. 
 

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Tipos de almacén

Aunque conseguir un almacén pueda parecer un proceso sencillo, las empresas de comercio electrónico tienen que decidir primero qué tipo de almacén o centro logístico necesitan. Existen varios tipos de centros logísticos, entre los que se incluyen:

• Almacenes privados
• Almacenes públicos
• Almacenes cooperativos
• Almacenamiento a la carta
• Almacenes aduaneros
  
• Centros de distribución

Almacenes privados

Los almacenes privados son aquellos utilizados por empresas privadas para almacenar artículos producidos únicamente por esa organización. Dado que los costes de construcción o adquisición de un almacén son financiados en su totalidad por empresas privadas, este tipo de almacén puede resultar caro. Por ello, normalmente sólo se considera una opción viable para las empresas más grandes que necesitan un espacio de almacén considerable.
 

Almacenes públicos

Los almacenes públicos, también conocidos como "almacenes de pago", son propiedades del gobierno u organismos públicos. Estos almacenes están en disposición para entidades privadas a cambio de una tarifa.
 

Estos almacenes suelen venir equipados con varios servicios de almacén, como personal de seguridad, para que las empresas los utilicen. Suelen estar situados a lo largo de enlaces de transporte clave para garantizar que se encuentren en la mejor ubicación para la muchos minoristas. 
 

Almacenes cooperativos

El almacenamiento cooperativo es aquel en el que las instalaciones son propiedad de varias empresas privadas que comparten el espacio de almacenamiento. Para las empresas que tienen inventario similares -como distintas bodegas, por ejemplo- esto es una forma eficaz de compartir costes sin dejar de disfrutar de un almacén que garantice el mantenimiento de la calidad de las mercancías. 
 

Almacenamiento a la carta

Si las empresas no necesitan almacenamiento de forma continuada, pueden determinar que el almacenamiento a la carta es el que mejor se adapta a sus necesidades. 
 

El almacenamiento bajo demanda se produce cuando las empresas alquilan espacio de almacén a corto plazo, por ejemplo, para ayudar a gestionar un aumento de la demanda. El mercado del almacenamiento bajo demanda alcanzará los 25.000 millones de dólares en 2023, impulsado por el rápido crecimiento del comercio electrónico y la feroz competencia entre propietarios y operadores de almacenes. 

Almacenes aduaneros

Un depósito aduanero es una instalación para almacenar mercancías importadas mientras se espera el pago de los derechos de aduana. Estos almacenes pueden ser gestionados por gobiernos o empresas privadas cuando se conceden licencias. Los funcionarios de aduanas mantienen una estricta supervisión de todos los productos. Una vez pagados los impuestos pertinentes, las mercancías almacenadas en un depósito aduanero pueden ser transportadas a su siguiente destino. 
 

Centro de distribución

Mientras que los distintos tipos de almacenes tienen como finalidad principal el almacenamiento, un centro de distribución es ligeramente diferente. Estas instalaciones están diseñadas para trasladar rápidamente productos a otras empresas o consumidores. 
 

A diferencia de un almacén, donde las mercancías pueden almacenarse durante largos periodos de tiempo, los centros de distribución generalmente guardan los productos para su almacenamiento a corto plazo. Esto puede ser antes de que sean recogidos, empaquetados y enviados a otro lugar.

Almacenamiento para el comercio electrónico

Se prevé que las ventas de comercio electrónico alcancen los 7,4 billones de dólares en 2025, y que las compras en línea experimenten una trayectoria ascendente continua. Para las empresas de comercio electrónico, esto plantea un enigma. ¿Cómo pueden almacenar las enormes cantidades de productos necesarias para satisfacer la demanda y, al mismo tiempo, cumplir los requisitos de envío, procesar las devoluciones y, en general, satisfacer las expectativas de los clientes? La respuesta está en el almacenamiento para el comercio electrónico. 

El almacén adecuado puede ayudar a los minoristas con el almacenamiento del inventario, ofrecer servicios de envío, recepción, y las operaciones generales de comercio electrónico. La versatilidad de los almacenes, que vienen en varios tipos y con multitud de funciones, significan una posibilidad de instalaciones que se adapten a su presupuesto, necesidades y base de clientes. Un almacén es mucho más que un espacio de almacenamiento; las herramientas de gestión de almacenes pueden garantizar que su almacén se sitúe en el centro de una cadena de suministro que funcione sin problemas.

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